Guatemala es uno de los países centroamericanos con mucha inversión industrial y desarrollo económico y las autoridades se han planteado mejorar su infraestructura de transporte por medio de buses modernos. La flota de buses guatemalteca podría ser beneficiada por un proyecto que será apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo como parte del mejoramiento del sistema de transporte de la ciudad.

El BCIE financiará los estudios para evaluar la factibilidad y necesidad del proyecto para beneficiar a los pobladores que actualmente se movilizan en transporte publico deficiente, así como también mejorar la conectividad entre sus ciudades y municipalidades. Otro de las ventajas es promover el cuido del medio ambiente ya que algunos buses actuales emiten demasiados gases y son contaminantes del medio ambiente. Los automotores eléctricos han surgido como una alternativa para reducir las emisiones de gases.

Actualmente existen unos 4 millones de autos que circulan en toda la ciudad de Guatemala lo cual a su vez dificulta el tráfico, para lo cual las municipalidades han propuesto mejorar el sistema de transporte público con la inclusión de buses eléctricos, trenes ligeros, ciclovías y mejorar las vías peatonales. En noviembre del año pasado en la ciudad de Guatemala se invirtieron alrededor de 1,200 millones de quetzales para mejorar las vías que conectan a muchas municipalidades.

El proyecto de construcción de vías para un metro riel aún está en la etapa de desarrollo. El proyecto cuenta con USD $770 millones de dólares para la renovación de las vías férreas de la ciudad capital en Guatemala. Sin embargo, este proyecto está todavía en la etapa y estudios iniciales. El Congreso de Guatemala también debe aprobar todo el proyecto en los próximos años hacer licitaciones tanto con empresas estatales y privadas.

Sin dudas el transporte publico tiene mucho que mejorar ya que algunas unidades son viejas, algunas no tienen un estado mecánico optimo, no cumplen con los exámenes mecánicos regulados por la ley y algunas ya han pasado su vida útil. Algunas unidades son compradas usadas principalmente desde EE.UU. Estos buses resultan costosos en mantenimiento, emiten muchos gases y deben ser regulados por las autoridades.